miércoles, 26 de octubre de 2011

Curiosidades sobre la Luna

A una distancia media de 384.000 km de la Tierra, vemos a la Luna tal y como era hace algo más de un segundo, que es lo que emplea la luz del Sol que refleja en llegar hasta nosotros. Tal es su distancia.

A veces vemos la Luna de color amarillo, anaranjado e incluso rojizo, sobre todo cuando está cerca del horizonte. Esto se debe a que el vapor de agua y el polvo en suspensión de la atmósfera favorecen que la luz más rojiza llegue a nosotros, dispersando las otras longitudes de onda.

La Luna mueve la gran masa de los océanos de la Tierra, masa que sufre un gran rozamiento con el fondo marino y las costas. Esa energía que se necesita para oponerse al rozamiento y mantener el agua en movimiento lleva a la Luna a una órbita siempre un poco más lenta, y por lo tanto más lejana a nosotros: unos centímetros al año convretamente. La Luna estuvo más cerca de la Tierra en el pasado y llegará un momento que la Luna nos abandonará. De hecho, según Pere Planesas, llevan produciéndose eclipses anulares del Sol desde el proterozoico superior (hace al menos unos 540 millones de años) y dejará de haber eclipses totales de Sol dentro de unos 600 millones de años.

miércoles, 12 de octubre de 2011

AMS-02: investigando la materia oscura

El Espectrómetro Magnético Alpha, también designado AMS-02, es un módulo experimental de física de partículas que fue instalado en la Estación Espacial Internacional el 19 de mayo de este año. Fue diseñado para detectar varias clases de materia exótica mediante la medición de rayos cósmicos. Sus instrumentos ayudarán a los científicos a estudiar la formación del Universo y a detectar materia oscura y antimateria.

El siguiente vídeo, realizado por la Agencia Espacial Europea, presenta las principales características y objetivos del AMS en su búsqueda del universo oculto, además de presentarnos diversos aspectos de la física y de la historia de la ciencia.



martes, 4 de octubre de 2011

Galaxias elípticas

El gran astrónomo norteamericano Edwin P. Hubble realizó durante muchos años estudios sistemáticos de las galaxias externas, descubriendo características entre ellas que lo condujeron a clasificarlas de acuerdo a sus apariencias y formas, en diversos tipos, a saber: ELÍPTICAS, ESPIRALES E IRREGULARES.

Las galaxias elípticas se observan a través de los telescopios como discos de forma aplanada, mostrando en varios casos verdaderas conformaciones elipsoidales. Tienen diversos grados de aplanamiento, los que van desde una esfera hasta formas lenticulares (convexas), a las que se las designa con una letra E seguida de los números 0, 1, 2 hasta 7, de acuerdo a su elipticidad creciente. Naturalmente, las E0 representan a las galaxias aparentemente esféricas.



Al respecto sería interesante acotar que este tipo de galaxia está constituído prácticamente sólo de estrellas, no hallándose rastros de nubes gaseosas o de materia interestelar, como ocurre con galaxias como la nuestra o la mayoría de las espirales. Se asemejan a cúmulos globulares como aquellos que forman el "halo" de la Vía Láctea. Son galaxias de dimensiones modestas, y a través de poderosos telescopios pueden individualizarse las estrellas periféricas como pequeñísimos puntos luminosos. Las regiones centrales, muy pobladas, no pueden ser resueltas en estrellas.